domingo, 21 de junio de 2009

¡¡¡¡¡¡SOY ESCRITOR!!!!






Perricuchi, mi primito de peluche, que entiende mucho de eso, porque ha escrito nada menos que un libro, todo entero, dice que menos lobos Caperucita, pero yo estoy muy contento porque, al menos, he escrito mi primer artículo, y digo yo que por algo se empieza...



Tengo muchas cosas que contaros desde mi otro artículo de mi blog y prometo hacerlo un día de estos. Hoy quiero "colgar" mi artículo en el blog para que todos podaís verlo, yo creo que ha quedado chuli y, lo más, lo más, lo más importante, que a los vecinos de la casa donde vivo y de la que soy Mascota de Honor les ha encantado, y a los vecinos de al lado y a los de todo el barrio, con lo conocido que yo soy...


Se trata de la revista de las clínicas de Vetersalud. Como yo vivía en una de ellas, que ahora visito cuando voy a ponerme alguna vacuna y a saludar a Tigre, mi compi de antes, pues un día que fui a pincharme se decidió que contara mi historia como Mascota de Honor, ya os he dicho que es chupi.


Estoy muy contento y me lo paso tan bien que prefiero estar en casa que en la calle. Cuando la Bruja Capiruja, como hemos tomado confianza la llamo Bruji Capiruji, quiere que salga, que hasta me ha comprado un arnés, lloro y me escapo corriendo para dentro, en vez de para fuera.


Juego mucho a la pelota que tengo que adelgazar porque, como soy, siempre lo fuí, muy comilón, pues estoy gordito. Mi fuerte es con la izquierda y los zurdos se cotizan mucho. También le doy a la pelota con el rabo y la desplazo más de cuatro y seis metros, pero es que donde juego no hay más campo. Juego unas veces con la Bruji Capiruji y otras sólo, pero cuando la pelotita se mete debajo de algún mueble, a donde no llego con mis patitas, es ella la que tiene que sacar la pelotita. Así las cosas, ella adelgaza más que yo y está más en forma. Lo digo por si alguien quiere aldegazar, ya sabe, que acoja un gatito y juegue con él a la pelota. Es estresante, que diría el primito Perricuchi.


Para que veaís como me he integrado en la nueva familia de mis primitos de peluche, formada por los protagonista del libro escrito por Perricuchi y donde aparece mi foto, os mando una foto
actual donde estoy con ellos durmiendo la siesta.


La familia de peluches está formada por Perricuchi, el de las gafas, que es el escritor, también internatura y por eso va cargado de dominios.com y sus hermanitos. Perro Abanador, sociólogo humanista al que le va la marcha. Perro Zanahoria financiero pasota que juega con las bolsas. El Osi Chocolate, teleco ecologista que practica el karaoke. La Osi Granizada, jurista grafittera con toga y puñetas. La Gati Lunares, okupa virtual de la Luna en compañía de una raspa.Mis primitos me dan bromas con ella. Es muy guapa, pero muy pequeñaja... nunca se sabe. También tienen ellos otros primitos de peluche, que los son ahora primitos míos. Se trata de un osito, un perrito y dos nenas.


Ahí os mando todo, un MIAU y hasta otro blog.

sábado, 27 de septiembre de 2008

ALBERTO, en defensa de los animales







Hola. Como digo en mi perfil, he estado en la calle porque me escapaba. Yo era muy feliz en algunas ocasiones cuando cazaba, cuando me acariciaban y como soy simpático me he ganado las caricias de mayores y pequeños.
La calle es muy dura cuando hace frío, cuando llueve, cuando un perro te persigue, que también lo hacen los hombres que éstos también te pegan, cuando otro gato te ataca, cuando no encuentras que comer o dónde beber, cuando tienes que hacer tus cositas en una jardinera y un malvado ha plantado un rosal para que precisamente cuando tu vayas te pinches en el culete o los hocicos.
He pasado mucho en la calle, hace unos dos o tres años encontré un edificio donde todos me querían y los vecinos, cuando me veían de noche en la calle me recogían, porque en mi casa habían cerrado la puerta y no podía entrar. El portero me limpiaba, me quitaba las manchas de aceite que llevaba de los coches, pues tenía que meterme debajo para resguardarme del frío y de la lluvia, y también me secaba cuando llegaba mojado, dormía en su regazo y todos me acariciaban.
De juegos y caricias y todos esos mimos que reciben los gatos sé muy poco. En esta casa, me han acariciado los vecinos y también la gente que pasa por la calle, eso me gustaba. Es guay. Me quieren tanto que hasta me han hecho Mascota de Honor del edificio, para que pueda encontrar refugio en ella a cualquier hora del día o la noche. Varios años en la calle es muy duro. Ahora yo tengo ocho añitos y con tanta calle he cogido una infección, que a la tercera recaida me han quitado los colmillos y los dientes de abajo y me he quedado mal y sobre todo con la moral por los suelos cuando compruebo que no puedo cazar y que se me escapa hasta un cordón cuando quiero jugar.
Mientras tomaban decisiones y esperaban análisis, he estado más de un mes hospitalizado, metido en una jaula. Si hubiera vivido en una casa normal, porque he vivido en una clínica, algo muy triste y muy aburri, porque se ven muchos animalitos enfermos, hubiera estado junto a mi ama esperando las decisiones clínicas.
Una de mis dueñas me entregó para que me cuidara en mi etapa de convalecencia, a una buena vecina, a la que llamo la Bruja Capiruja. Fue cañón, pero a la semana, me dieron el alta y de nuevo me fui a la calle, ¡qué manía! y en ella pasé la semana más perra de mi vida, hasta que me recogió la Bruja Capiruja cuando estaba tirado en la calle hecho una piltrafa y me llevó de nuevo a su casa donde soy muy feliz. Por qué no tengo derecho a ser feliz? Sé que si me quedo con la Bruja Capiruja le voy a estropear la vida, pero quiero quedarme en su casa y espero saber compensarla. Después de la operación me siento muy inseguro. Soy bueno, siempre he sido un gatito bueno y me gustaría ser un gatito feliz. Me pregunto por qué he tenido tan mala suerte, me abandonan mis padres biológicos. Y ahora podría tener una vejez feliz. Si los animalitos pudieramos hablar de forma que nos entendieran los humanos...
La ordenanza que manda en los gatos prohibe que un animalito esté día y noche en la calle sin una persona que le acompañe, se que en Madrid hay muchos animalitos abandonados, aunque unos tengan dueño y otros no y es por lo que pido que las personas que encuentran un animalito en la calle lo acoja, lo lleve a su casa y lo haga feliz.
Estoy seguro que todos me vaís a ayudar para que sea feliz y para que también sean felices otros animalitos.
Os espero en este blog y tambien en mi correo electrónico. albertoelgatobloguero@gmail.com
Os quiero.